De acuerdo al Glosario Teosófico de Blavatsky, la palabra yoga deriva de una palabra sánscrita que significa: "Unión de la esencia humana con su origen".
Esta práctica milenaria tiene como finalidad entre otros, alcanzar la felicidad, como un estado interior, mediante observancias del cuerpo, mente y respiración. Se dice que si puedes controlar tu respiración entonces también puedes controlar tu mente.
Para entrar en el mundo del yoga, hay que seguir ocho pasos denominados Yogangas. Tratar de explicarlos todos resulta una tarea bastante difícil; sin embargo trataré de resumirlo de la manera más sencilla posible, para que el yoga no se entienda como la postura que se utiliza en el momento de meditar, sino mas bien como un estilo de vida, ya que el sentarse a meditar es solo uno de los pasos.
El primer paso es el Yama. Y básicamente tiene que ver con las observancias que debemos tener en nuestra vida. Debes dejar de hacer o tomar algo. Tiene que ver con el evitar el deseo aunque la tentación exista. Por ejemplo evitar la violencia (me viene a la mente la vida de Mahatma Gandhi).
El siguiente paso es Niyama; es decir, las observancias. En este paso tenemos que poner atención en las cosas que debemos hacer, por ejemplo ser limpios, mantenerse serenos (recordemos la oración de la serenidad), leer libros sagrados o que enriquezcan tu espíritu (la Biblia por ejemplo), estar agradecidos por las bendiciones que Dios nos da todo el tiempo. El día de hoy al ir a una iglesia aprendí que Dios solo va a darnos más bendiciones si hemos hecho un uso correcto con las que hemos recibido. Sino, aún esas bendiciones recibidas nos serán quitadas.
La tercera yoganga es Asana, es decir la postura corporal en el momento de la meditación. Como podrán ver, para sentarse a meditar, tenemos que llegar con ciertas abstinencias y observancias en nuestro diario vivir. Lo más importante en Asana es que la columna vertebral esté recta. No importa si tu estás sentado o acostado, aunque recomiendo para los principiantes que lo hagan sentados ya que si lo hacen acostados podrían quedarse dormidos y esa no es la idea. Si tu cuerpo físico no está relajado completamente no podrás hacer meditación.
Después de adoptar una posición física adecuada, entonces entramos en Pranayama o dominio de la respiración. Hay que aprender a controlar la respiración y como mencioné anteriormente, si controlas tu respiración controlas tu mente y si controlas tu mente controlarás tu cuerpo.
A continuación entramos en Pratyahara es decir la introspección serena. En este paso debemos evitar que los pensamientos que lleguen a nuestra mente se estanquen. Hay que dejarlos ir hasta que la mente se aquiete.
Dharana o concentración es el siguiente paso. Aquí la mente está en silencio, quieta completamente.
Recién en Dhyana que es la meditación propiamente dicha o contemplación, se pasa más allá de las formas y si se profundiza un poco más finalmente se habrá alcanzado el Samadhi que como lo dice Blavatsky es el grado supremo del yoga donde la mente es por completo consciente de si misma. Para el hinduismo, el Samadhi es la iluminación.
Debo dar las gracias a mi maestra Marleni por sus valiosas enseñanzas y fotografías.