Ítaca es el nombre de la isla donde vivía Ulises, el Ulises de la mitología griega, el Ulises del inmortal Homero, el Ulises que siempre está pensando, el Ulises que luchará hasta el final porque no se dará por vencido, porque se niega a creer que algo pueda derrotarlo. El Ulises que utiliza el intelecto antes de tomar una decisión. Es el Ulises que a diferencia de otros héroes, es mortal.
Fue el poeta Homero quien lo inmortalizó en su obra la Odisea, escrita alrededor del siglo VIII A. C. y en ese poema épico, Homero narra la historia del retorno de Ulises a su querida isla Itaca donde le espera su esposa Penélope, su hijo Telémaco y por supuesto la Isla Itaca ya que en esa isla él es el rey.
El viaje de retorno que fue por mar, estuvo lleno de peligros, dificultades, tragedias y muertes. Tuvo que enfrentarse a huracanes que le desviaban de su trayectoria, con inteligencia salvo a su tripulación del peligro de comer la droga contenida en la flor de loto en el país de los lotófagos; luchó contra un cíclope gigante hiriéndolo en su único y enorme ojo ubicado en medio del rostro; sobrevivió a la ira de Poseidón, Dios del mar y padre del cíclope gigante contra quien Ulises se había enfrentado; sufrió el ataque de caníbales gigantes, fue atado en el mástil de la embarcación para vencer el sonido de las sirenas; se enfrentó a Circe la hechicera e inclusive tuvo que descender hasta el mismo infierno.
De manera que el viaje de retorno de Ulises a Itaca se convirtió en una verdadera Odisea. Y justamente el término odisea deriva de Odiseo, nombre con el cual también se le conocía a Ulises.
Él anhela regresar a casa y finalmente lo hace después de 10 años. Me pregunto: Cuanto tiempo te tomó a ti retornar a casa? o aun no retornas? Todos de una u otra manera nos identificamos con Ulises, ya que todos partimos alguna vez de casa. Y desde el momento mismo de la partida empieza el retorno, el retorno a casa, el retorno a Itaca. Estoy seguro que volveremos algún día.
Yo no se donde te encuentras en este momento; quizás en España, Italia, posiblemente en Chile, o tal vez en Venezuela o Washington DC, lo único que se es que al igual que Ulises sortearás todos los obstáculos que se te presenten en tu camino, que te fortalecerás, que crecerás emocional y espiritualmente y que finalmente retornaras a casa pero como diría ese gran psicólogo austriaco sobreviviente del holocausto, Viktor Frankl, transformado en el hombre en busca de sentido.

Finalmente, todos somos viajeros. Es algo mágico, disfuten de este hermoso poema de Constantino Cavafis (1911).
Fue el poeta Homero quien lo inmortalizó en su obra la Odisea, escrita alrededor del siglo VIII A. C. y en ese poema épico, Homero narra la historia del retorno de Ulises a su querida isla Itaca donde le espera su esposa Penélope, su hijo Telémaco y por supuesto la Isla Itaca ya que en esa isla él es el rey.
El viaje de retorno que fue por mar, estuvo lleno de peligros, dificultades, tragedias y muertes. Tuvo que enfrentarse a huracanes que le desviaban de su trayectoria, con inteligencia salvo a su tripulación del peligro de comer la droga contenida en la flor de loto en el país de los lotófagos; luchó contra un cíclope gigante hiriéndolo en su único y enorme ojo ubicado en medio del rostro; sobrevivió a la ira de Poseidón, Dios del mar y padre del cíclope gigante contra quien Ulises se había enfrentado; sufrió el ataque de caníbales gigantes, fue atado en el mástil de la embarcación para vencer el sonido de las sirenas; se enfrentó a Circe la hechicera e inclusive tuvo que descender hasta el mismo infierno.
De manera que el viaje de retorno de Ulises a Itaca se convirtió en una verdadera Odisea. Y justamente el término odisea deriva de Odiseo, nombre con el cual también se le conocía a Ulises.
Él anhela regresar a casa y finalmente lo hace después de 10 años. Me pregunto: Cuanto tiempo te tomó a ti retornar a casa? o aun no retornas? Todos de una u otra manera nos identificamos con Ulises, ya que todos partimos alguna vez de casa. Y desde el momento mismo de la partida empieza el retorno, el retorno a casa, el retorno a Itaca. Estoy seguro que volveremos algún día.
Yo no se donde te encuentras en este momento; quizás en España, Italia, posiblemente en Chile, o tal vez en Venezuela o Washington DC, lo único que se es que al igual que Ulises sortearás todos los obstáculos que se te presenten en tu camino, que te fortalecerás, que crecerás emocional y espiritualmente y que finalmente retornaras a casa pero como diría ese gran psicólogo austriaco sobreviviente del holocausto, Viktor Frankl, transformado en el hombre en busca de sentido.
Finalmente, todos somos viajeros. Es algo mágico, disfuten de este hermoso poema de Constantino Cavafis (1911).
Ítaca
Cuando emprendas el viaje hacia Ítaca,
ruega que tu camino sea largo
y rico en aventuras y descubrimientos.
No temas a lestrigones, a cíclopes o al fiero Poseidón;
no lo encontraras en tu camino
si mantienes en alto tu ideal,
si tu cuerpo y alma se conservan puros.
Nunca veras los lestrigones, los cíclopes o a Poseidón,
si de ti no provienen,
si tu alma no los imagina.
Ruega que tu camino sea largo,
que sean muchas las mañanas de verano,
cuando con placer llegues a puertos
que descubras por primera vez.
Ancla en mercados fenicios y compra cosas bellas:
madreperla, coral, ámbar, ébano
y voluptuosos perfumes de todas clases.
Compra todos los aromas sensuales que puedas;
ve a las ciudades egipcias y aprende de los sabios.
Siempre ten a Ítaca en tu mente;
llegar allí es tu meta, pero no apresures el viaje.
Es mejor que dure mucho,
mejor anclar cuando estés viejo.
Pleno con la experiencia del viaje,
no esperes la riqueza de Ítaca.
Ítaca te ha dado un bello viaje.
Sin ella nunca lo hubieras emprendido;
pero no tiene mas que ofrecerte,
y si la encuentras pobre, no fue Itaca quien te defraudó.
Con la sabiduría ganada, con tanta experiencia,
habrás comprendido lo que las ítacas significan.
Fotografías solicitadas a Marleni mi compañera de viaje.
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